En el corazón de Santiago Matatlán, donde Don Pablo Mateo inició su legado, cada piña de agave es cuidadosamente seleccionada a mano, como un torero elige su capote. Este primer paso marca el comienzo de un ritual sagrado, donde la naturaleza y el hombre se encuentran en perfecta armonía, honrando casi un siglo de tradición familiar.
2. Cocción
El Fuego que Forja Carácter
Siguiendo el método ancestral, las piñas son cocidas en hornos cónicos de piedra, donde el fuego, controlado con la misma destreza que un matador en la arena, transforma los agaves en un corazón dulce y ahumado. Este proceso es el alma de nuestro mezcal, imbuido de la tierra y la pasión que solo los maestros mezcaleros de la familia Mateo pueden ofrecer.
3. Molienda
El Arte de la Transformación
Como un toro que es llevado a la arena, las piñas cocidas pasan por la molienda, donde la piedra de molino, movida por la fuerza natural, extrae el mosto. Aquí, la fuerza bruta y la precisión se unen, reflejando el balance entre la tradición y la habilidad que define a MALTORO MEZCAL.
4. Fermentación
El Baile de los Sabores
En tinas de fermentación, el mosto se convierte lentamente en mezcal, en un proceso que es tanto arte como ciencia. Como el ritmo de una corrida, la fermentación es un baile controlado y delicado, donde los sabores se entrelazan y toman vida bajo la atenta mirada de los maestros mezcaleros, herederos de una rica tradición.
5. Destilación
La Esencia de la Maestría
Destilar el mezcal es como entrar en la faena final de una corrida: cada decisión cuenta. En alambiques de cobre, el líquido toma su forma definitiva, destilado con la precisión de un estoque bien colocado. Aquí, la familia Mateo perfecciona la esencia misma de su mezcal, dando como resultado un espíritu tan puro y noble como las raíces que lo vieron nacer.
6. Embotellado
El Toque Final del Arte
Finalmente, el mezcal es embotellado, como un matador que se viste de luces antes de salir a la plaza. Cada botella de MALTORO MEZCAL es una obra de arte, el resultado de generaciones de pasión y maestría, lista para ser disfrutada y apreciada como el legado vivo de una familia dedicada a perfeccionar su arte.